Día de muertos, paradoja de los mexicanos
Autor:Sergio Nùñez Guzmàn
Recordar es vivir y cada día de muertos los mexicanos vamos a
los cementerios a recordar los vivos a los muertos.
¿Por qué hasta los mojados vienen al
pueblo a pasar la noche recordando a los difuntos? Y esta tradición está a
punto de desaparecer, pues aunque las tumbas cuenten con perpetuidad; los
legisladores ya la cancelaron y ahora los administradores de estos campos
santos advierten a los dolientes que paguen la renovación de la perpetuidad,
pues de no hacerlo, la fosa quedará a disposición, pero, ¿por qué? –Me lo
pregunta a mí, eso reclámenselo a los diputados y senadores. –Y ¿lo hace? –No
me queda más remedio que obedecer la orden. –Por lo pronto pague $255.50 por un
año, de renovación de la perpetuidad. ¿Qué pasa si no lo hago? --La fosa queda
a disposición. --Y si pagamos, ¿cuánto dura la perpetuidad? –Un año y al siguiente
hay que volver a renovarla. Se podrá pagar está renovación por cinco o diez
años o. . . No, no lo permiten.
¿Qué podrás
hacer Juan Pueblo?
--Hay que
pagar el funcionamiento del aparato gubernamental.
--No
entiendo.
--Sí, a la
burocracia, a los legisladores, a los. . .
Y Juan
Pueblo piensa, que se acabarán los días de muerto, y mucha gente se quedará sin
la oportunidad de ganar algo extra en estos días. Aunque hay otros vivos que se
ponen muy vivillos. Sí, los legisladores con esos sueldazos.
-- Juan Pueblo despierta, despierta.
--¿Para qué?, hasta los recuerdos los
quieren desaparecer y recordar será tan solo el recuerdo del día de muertos.
--¿Qué será
de ti, Juan Pueblo?
Juan Pueblo
no compró veladoras para sus tumbas, se conformo con unas flores marchitas qué eran
las últimas de la vendedora. Con la oscuridad de la noche y del espíritu, Juan
Pueblo se quedó dormido acompañando a sus muertos.
Y Juan
Pueblo sabe que, el próximo año, no acompañará a sus muertos porque ya no van a
estar aquí. ¿Dónde y cuándo descansará Juan Pueblo?
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