LA
MEDIDA DE LA MEDIDA
Sergio
Núñez Guzmán
Si a mensual corresponde mes,
a mensa corresponderá mesa. Los cuatro vocablos deben tener
un mismo origen, puesto que son evidentes las similitudes en las raíces, lo que
implica un significado común,
aunque aparezcan con significantes
diferentes. Está presente, de esta manera, la oposición significante/significado propia del signo lingüístico.
Son obvias las diferencias
entre mensual y mes, entre mensa y mesa;
empero, lo que no es obvio es a qué desemejanza se hace referencia. Hay,
primero, una diferencia fonética
mostrada en las grafías, puesto que en mensual/mes
y en mensa/mesa se da el
contraste de consonantes ns/s.
Aparece, así, una segunda diferencia: la morfológica, puesto que la forma de la palabra cambió o
evolucionó. La tercera diferencia o la más evidente es la semántica, ya que la distancia entre,
por ejemplo, mensa y
mesa es mucha, pues al lector común le sería difícil encontrar la
similitud en el significado.
Las diferencias y las
similitudes de estos vocablos nacen en sus cambios o evoluciones. Hablar de
cambios o evoluciones es hablar de un posible punto de partida a otro posible
punto de llegada. Esto mismo es el estudio de la lengua a través del tiempo del
que se ocupa la lingüística diacrónica.
En cambio, la lingüística sincrónica
es el estudio de la lengua contemporánea, es decir, la que pertenece a un aquí
y a un ahora.
El punto de partida para las
palabras mensual/mes, mensa/mesa es el
latín y el punto de llegada puede ser, para nosotros, el español, aunque de
hecho, existen otros destinos pues hay otras lenguas romances (italiano -commensal, francés -commensal, portugués -mesa, etcétera), y el español es una
de ellas.
El Drae (Diccionario de la
Real Academia Española) dice en relación a mensual, del lat. mensualis,
y el diccionario latino (Blánquez) anota mensualis de mensis,
mes. Y de mesa el Drae añade del lat. mensa; y el latino dice mensa,
mesa. El Latin Dictionary de Lewis and Short apunta "mensa, ae f. [Sanscr. ma, measure
-medida-; Gr. mέtron -medida-. . .]" lo que remite al verbo latino metior, iris, _ri, mensus
sum, medir.
Lo importante del enunciado
del verbo es el significante mensus
con su significado medido, pues
las raíces de los términos se toman básicamente de mensus; por lo que el significado común a mensual, a mes, a mensa y a mesa es medido o medida, ya que las desinencias -o, -a marcan el género y el número en español, y la desinencia latina
-us, indica el género, el número
y el caso.
Tanto mensual como mes son la medida en el tiempo, en tanto que mensa/mesa son la medida en el
espacio, pues la mesa está medida, es decir tiene dimensiones
como las tiene la mensa. Si se
busca el significado original de las palabras es posible encontrar una
sorpresa, pues la palabra al evolucionar, evoluciona tanto en el significante
como en el significado, ya que todo mundo entiende la mesa como la tabla
(fr. table, ingl. table, it. tavola) donde se come.
Mientras los significantes, es decir, los sonidos
se unen entre sí para conformar el signo
lingüístico y de esta manera obtener la cadena hablada de carácter
unidimensional, es en el significado donde se presentan
diversas posibilidades de contenidos por lo que se convierte en la cara multidimensional del signo lingüístico.
Si concebimos la mesa
como la tabla donde se come,
deja de ser mesa para ser tabla, en cambio, si se piensa la tabla como un objeto en el espacio,
adquiere dimensiones, está medida,
es mesa.
Contestar el porqué de estas
disimilitudes semánticas es intentar imaginar la visión del mundo de una
cultura y otra. La lógica dice que efectivamente el lugar donde se depositan
los alimentos para comer está medido. ¿Por qué para la mente latina adquirió
validez la medida? El concepto de medida se desarrolló, seguramente, en el latín culto, y aquí, culto equivale a escrito. Los latinos cultos
sabían leer y escribir, esto encierra una concepción más teórica de la lengua,
en tanto que el común de la gente no sabía leer y escribir. Esta incultura se
engloba en lo que se conoce como latín
vulgar de donde provienen las lenguas romances que prefieren la noción
tangible y práctica de la tabla, fr. table,
it. tavola.
Y así la mensa mesa o mesa mensa es la medida de
la medida, porque lo inmenso
es lo no menso o no medido.
Sergio
Núñez Guzmán
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