El
emisor, el mensaje, el receptor en "Díles que no me maten".
Sergio Núñez Guzmán
En la línea de la expresión "Díles que
no me maten" coexisten el emisor, el mensaje, y el receptor. En una
lectura superficial, el emisor es el autor, el mensaje es el texto, y el
receptor es
el lector. Se observa, por
otro lado, que en esta narración existen diversos narradores o emisores de la
historia, algunos intradiegéticos* y otros extradiegéticos. Juvencio
Nava es el protagonista y, en algún momento, el narrador intradiegético o el
emisor.
El lector, que desea saber quién es el
emisor, encuentra que el autor ha puesto en boca de un narrador, de un
personaje de papel, el mensaje. Se puede decir que hay un doble discurso
simultáneo. Mientras la expresión del autor está dada en la dimensión
pragmática verdadera, la expresión del narrador es un acto simulado que
corresponde a una dimensión semántica, pues el discurso aparece como verdadero
aunque proviene del narrador, ser ficticio, y no del autor.
En el otro extremo del eje de la
comunicación se hallan los receptores, que por estar situados dentro del
mensaje y frente al narrador, reciben el nombre técnico de narratarios. En
"Dí", tú es el receptor o narratario; aunque el lector identifica a
este tú con Justino, el hijo de Juvencio Nava, no puede descartar la
posibilidad de un receptor extratextual: tú, lector, "Dí". En
"Díles", "les", a ellos, ellos son otro narratario, que se
encuentra implícito en el sujeto del segundo verbo: que ellos no me
"maten". En la misma expresión "Díles" hay dos narratarios:
uno individual y otro colectivo.
La clara presencia del narratario
actualiza el factor receptor dando, de esta forma, origen a la función conativa
de Jakobson. Sin embargo, este mensaje implica un contenido. Podríamos aceptar,
en una primera lectura, que el contenido es "que no me maten", a mi,
y, ¿quién es a mi -yo-? El imperativo es
la orden "Dí", tú, es decir yo, y, ¿quién es yo? Yo, Justino, hijo de Juvencio o yo, lector,
hijo de un campesino o yo, Juvencio Nava, campesino (digo que digas). El factor mensaje se actualiza y se origina
la función poética, ya que el referente del mensaje es ambiguo. "Que no me
maten". ¿A quién? ¿A mi? Yo, y, ¿quién es yo?
Al intentar
precisar la existencia del narrador y del narratario se observa que el mensaje
porta su propio narrador y narratario, y que tanto el autor como el lector
están fuera del texto. Y, por otro lado, el mensaje tiene un referente
reflexivo.
El título "Díles que no me maten"
vehicula, además, su propio mensaje, que es un mensaje dentro de otro mensaje,
pues Juvencio Nava sólo expresa "que no me maten", objeto directo de
"Dí". El mensaje del mensaje es "que no me maten" ellos,
tú, lector-sociedad. El mensaje de otro mensaje es Yo, Juvencio Nava, pido que
ustedes no me den muerte.
El lector reconoce que Juvencio Nava está
vivo a lo largo del relato, y que al final, Justino, en una especie de
monólogo, dice "Te mirarán a la cara y creerán que no eres tú. Se les
afigurará que te ha comido el coyote, cuando te vean con esa cara tan llena de
boquetes por tanto tiro de gracia como te dieron". Este final, aunque no
es sorpresivo, presenta diversas expectativas. Se suprime el discurso que narra
el momento del fusilamiento de Juvencio Nava. Solo se deduce la muerte del
protagonista a partir del contexto. Si la muerte es el mensaje, es la muerte de
quién. ¿De Juvencio Nava? Sin embargo, "Te mirarán a la cara y creerán que
no eres tú" (Juvencio Nava). Surge la ambigüedad y se acrecienta, cuando
el lector descubre un proceso semejante en la muerte de don Guadalupe Terreros.
En esta narración, la muerte no puede ser entendida como muerte, puesto que no
hay discurso que la narre. Dentro de la lógica de las posibilidades no se da
muerte al "yo". No se da muerte ni al emisor ni al receptor.
Lo importante de esta narración es el
mensaje, pero... además, cómo dice lo que dice. El mensaje del mensaje es la
muerte, que puede ser entendida como una línea temática del relato. ¿Cómo se
desarrolla este tema en el texto?
22 de octubre de 1994
Sergio Núñez Guzmán.
* La diégesis es la historia
verbalizada por el discurso. El narrador intradiegético es el personaje, que
además de narrar, está dentro de la diégesis. El extradiegético también narra,
pero está fuera de la diégesis.
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