AÑO
Sergio Núñez Guzmán
La palabra año está tomada del latín annus
que al evolucionar (nn>ñ) origina año; sin embargo, la consulta al diccionario remite a la
palabra annulus y ésta a anus anillo, aro; ano. Se trata de un
tiempo circular como el anillo, puesto que la siembra como la cosecha se realizan
cada año.
Alrededor del año 738 a. C.,
Rómulo, el legendario fundador de Roma, supuestamente, introdujo el primitivo
calendario romano.
El año consistió de 304 días
divididos en diez meses y cada uno tenía un período comprendido entre una luna
llena y la siguiente. Parece que los primitivos romanos ignoraron o dejaron sin
contar al menos dos meses invernales. El año empezaba con el equinoccio de
primavera que señalaba el principio de la estación de crecimiento.
El primer mes se llamaba Martius,
Marte, quien originalmente era el dios de la agricultura y
posteriormente se convirtió en el dios de la guerra. La palabra Martius
pasó al español y al italiano como marzo,
y al antiguo francés como march, actualmente mars. El inglés la
tomó como March y el alemán como März.
El segundo mes se llamó Aprilis,
palabra procedente del verbo aperire, abrir, pues durante esta
época los botones de las flores se
abren. Aprilis fue abril en español, y tanto en portugués como en francés avril y en italiano aprile
. En inglés y en alemán se encuentra April.
El tercer mes Maius recibió su nombre por la diosa Maia,
madre de Mercurio. Maius dio origen a la palabra española mayo, a
la italiana maggio, a la portuguesa maio; en francés y en alemán Mai
y en inglés May.
Junius, el cuarto mes, adoptó el sobrenombre en honor a la
diosa Juno. Junius llega
al español como junio, al portugués como junho, al italiano como giugno,
al francés como juin. Y el
inglés tiene June y el alemán Juni.
Quintilis fue el nombre del quinto mes que derivó de quintus, quinto. En el año 44 a. C., el senado
romano dio a este mes, el nombre de Julius en honor a Gaius Julius
Caesar, general y hombre de estado que nació en este mes. Julius produce
en español julio, en italiano luglio, en portugués julho,
en francés juillet, en inglés July y en alemán Juli.
Sextilis, el nombre del sexto mes, se formó del adjetivo sextus,
sexto. En el año 8 a.C., el senado designó este mes con el nombre de Augustus
en honor de Caesar Augustus Octaviano, el primer emperador de Roma.
El término Augustus nació al español, al italiano y al portugués
como agosto, y al francés como août. El inglés y el alemán
conservan la forma latina August.
September, el séptimo mes, emana de septem, siete. La
palabra september se convirtió en la española septiembre, en la
francesa septembre, en la italiana settembre, en la portuguesa setembro. De hecho, el inglés y el alemán toman September
del latín. De manera semejante, october se formó de octo, ocho; november
de novem, nueve y december
de decem, diez. De october proviene el español y el francés octubre,
el italiano ottobre, el portugués outubro. El inglés y el alemán
mantienen la forma latina October y
Oktober respectivamente. De november resulta el español noviembre, el italiano y el francés novembre,
el portugués novembro. El inglés y el alemán perpetúan la forma latina November.
December aporta el español diciembre, el francés décembre, el
italiano december, el portugués dezembro. El inglés y el alemán
prolongan las formas latinas December y Dezember correspondientes.
El segundo rey de Roma, Numa
Pompilio, decidió llenar el hueco de los dos meses invernales con Januarius,
derivado de Janus, el dios de las puertas y más tarde de los comienzos y
con februarius llamado así por Februa, festival de expiación
espiritual. Se cubrieron, de esta manera, los meses faltantes. Este calendario
básicamente fue un cálculo lunar y paulatinamente se desfasó,
para corregir esto, Julio César empleó al astrónomo griego Sosígenes,
quien revisó el calendario y aconsejó la manera de actualizarlo. Las propuestas
de Sosígenes incluían el uso del calendario solar en lugar del lunar, como base para el cálculo, con lo cual se dio un gran
salto, que cambió el comienzo del año del primero de marzo al primero de
enero. Estas sugerencias se
adoptaron para idear el calendario Juliano, que empezó el primero de enero del
año 45 a.C. Y así, puesto que enero era el primer mes, septiembre,
octubre, noviembre y diciembre ya no fueron el séptimo, octavo,
noveno, y décimo meses; por tanto, estos nombres etimológicamente
son inapropiados, pero siguieron siendo utilizados.
Sergio Núñez Guzmán
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