domingo, 16 de febrero de 2014

Estudio etimològico de la palabra 'Año' por Sergio Nùñez Guzman



AÑO
Sergio Núñez Guzmán

La palabra año está tomada del latín annus que al evolucionar (nn>ñ) origina año; sin embargo,  la consulta al diccionario remite a la palabra annulus y ésta a anus anillo, aro; ano. Se trata de un tiempo circular como el anillo, puesto que la siembra como la cosecha se realizan cada año.
Alrededor del año 738 a. C., Rómulo, el legendario fundador de Roma, supuestamente, introdujo el primitivo calendario romano.
El año consistió de 304 días divididos en diez meses y cada uno tenía un período comprendido entre una luna llena y la siguiente. Parece que los primitivos romanos ignoraron o dejaron sin contar al menos dos meses invernales. El año empezaba con el equinoccio de primavera que señalaba el principio de la estación de crecimiento.
El primer mes se llamaba Martius, Marte, quien originalmente era el dios de la agricultura y posteriormente se convirtió en el dios de la guerra. La palabra Martius pasó al español y al italiano como  marzo, y al antiguo francés como march, actualmente mars. El inglés la tomó como March y el alemán como März.
El segundo mes se llamó Aprilis, palabra procedente del verbo aperire, abrir, pues durante esta época  los botones de las flores se abren. Aprilis fue abril en español, y tanto en portugués como en francés avril y en italiano aprile . En inglés y en alemán se encuentra April.
El tercer mes Maius  recibió su nombre por la diosa Maia, madre de Mercurio. Maius dio origen a la palabra española mayo, a la italiana maggio, a la portuguesa maio; en francés y en alemán Mai y en inglés May.
Junius, el cuarto mes, adoptó el sobrenombre en honor a la diosa Juno.  Junius llega al español como junio, al portugués como junho, al italiano como giugno, al francés como juin.   Y el inglés tiene June y el alemán Juni.

Quintilis fue el nombre del quinto mes que derivó de quintus,  quinto. En el año 44 a. C., el senado romano dio a este mes, el nombre de Julius en honor a Gaius Julius Caesar, general y hombre de estado que nació en este mes. Julius produce en español julio, en italiano luglio, en portugués julho, en francés juillet, en inglés July y en alemán Juli.
Sextilis, el nombre del sexto mes, se formó del adjetivo sextus, sexto. En el año 8 a.C., el senado designó este mes con el nombre de Augustus en honor de Caesar Augustus Octaviano, el primer emperador de Roma. El término Augustus nació al español, al italiano y al portugués como agosto, y al francés como août. El inglés y el alemán conservan la forma latina August.
September, el séptimo mes, emana de septem, siete. La palabra september se convirtió en la española septiembre, en la francesa septembre, en la italiana settembre, en la portuguesa setembro.  De hecho, el inglés y el alemán toman September del latín. De manera semejante, october se formó de octo, ocho; november de novem, nueve  y december de decem, diez. De october proviene el español y el francés octubre, el italiano ottobre, el portugués outubro. El inglés y el alemán mantienen la forma latina  October y Oktober respectivamente. De november resulta el español  noviembre, el italiano y el francés novembre, el portugués novembro. El inglés y el alemán perpetúan la forma latina November. December aporta el español diciembre, el francés décembre, el italiano december, el portugués dezembro. El inglés y el alemán prolongan las formas latinas December y Dezember correspondientes.
El segundo rey de Roma, Numa Pompilio, decidió llenar el hueco de los dos meses invernales con Januarius, derivado de Janus, el dios de las puertas y más tarde de los comienzos y con februarius llamado así por Februa, festival de expiación espiritual. Se cubrieron, de esta manera, los meses faltantes. Este calendario básicamente fue un cálculo lunar y paulatinamente  se desfasó,  para corregir esto, Julio César empleó al astrónomo griego Sosígenes, quien revisó el calendario y aconsejó la manera de actualizarlo. Las propuestas de Sosígenes incluían el uso del calendario solar en lugar del lunar, como  base para el cálculo, con lo cual se dio un gran salto, que cambió el comienzo del año del primero de marzo al primero de enero. Estas  sugerencias se adoptaron para idear el calendario Juliano, que empezó el primero de enero del año 45 a.C. Y así, puesto que enero era el primer mes, septiembre, octubre, noviembre y diciembre ya no fueron el séptimo, octavo, noveno, y décimo meses; por tanto, estos nombres etimológicamente son inapropiados, pero siguieron siendo utilizados.

Sergio Núñez Guzmán

No hay comentarios:

Publicar un comentario